Nuestra Fundadora
Hermana Alba Stella
En la Fundación Paz y Bien, diariamente conmemoramos la vida y el pensamiento de su fundadora Hermana Alba Stella Barreto Caro. Santanderiana de origen, ella entregó su vida a trabajar por y para las personas vulnerables del Oriente de Cali, empoderando a mujeres cabezas de familia, y acompañando a niñas, niños, jóvenes, adolescentes y familias para la construcción y resignificacion de proyectos de vida. Desde la Justicia Restaurativa, sanó lazos y consolidó tejidos en las comunidades donde con amor y pasión siempre trabajó. Con su corazón dispuesto, se encontraba con las personas víctimas del desplazamiento para escuchar, sanar y trabajar desde la colectividad para la reconstrucción del tejido social.
Inspirada por a espiritualidad de Clara y Francisco de Asís, Hermana Alba Stella buscaba la cercanía de la gente sin imponerse en sus vidas, sino dejando que las personas vayan siendo y creciendo desde su propio ser y gozándose en eso. La espiritualidad francisclariana celebra la vida abundante y profesa un respeto profundo por la creación, por el entorno humano, y por la naturaleza que la Hermana tanto amaba. En los ejemplos de Clara y Francisco de Asís, Alba Stella vio reflejada la importancia de la mujer, dándole la orientación espiritual en su búsqueda de la liberación de la mujer por la que luchó toda su vida.
No se muere quien se va, sino quien se olvida. La familia Paz y Bien continúa el legado de la Hermana Alba Stella Barreto. Siempre estará en los corazones y vidas de quienes le conocierón y vivierón de una u otra manera su gran sentido social y su calidez humana.
Visiòn
Somos una organización de base que promueve la organización comunitaria a través de procesos de restauración de relaciones y reparación de tejido social con niñas, niños, jóvenes y familias, a partir de la aplicación de modelos de intervención social innovadores que promueven la Justicia Social, el Empoderamiento Político, la Equidad de Género, la Participación Social Ciudadana, la Diversidad Cultural, la Nueva Economía Social, y el Respeto y Cuidado por la Madre Tierra, nuestra casa común.
Estamos como hermanas y hermanos al servicio de personas víctimas del conflicto armado y del sistema social injusto, excluyente y violento que azota a la población colombiana en los campos y en los asentamientos urbanos marginales de las ciudades; compartimos nuestros saberes, aptitudes y dones resistiendo pacíficamente de manera que en una comunión de ideales y propósitos construyamos una sociedad justa e igualitaria en la que se logre realizar el legado de Jesús: “Les dejo la paz. Les doy mi paz. No como la da el mundo. No se angustien, no tengan miedo” Juan, 14, 27.