En Buenaventura trabajamos con niñas, niños, adolescentes y jóvenes para reducir la violencia y crear entornos protectores. A través de talleres y visitas domiciliarias, atendemos a sus familias y formamos a madres consejeras. Además, acompañamos a una institución educativa donde formamos docentes y estudiantes. Para ampliar nuestra esfera de influencia, participamos en espacios de incidencia y nos reunimos con lideresas comunitarias. También involucramos a nuestras vecinas y vecinos en acciones comunitarias como la limpieza del barrio o la restauración de la cancha.
Nuestras actividades en Buenaventura incluyen un enfoque cultural y artístico. Cada semana, realizamos talleres de escritura, pintura o muralismo, así como talleres de producción de contenidos audiovisuales. En éstos, sensibilizamos sobre el uso responsable de las redes sociales también.
El proyecto inició en septiembre del 2023. Es apoyado por Agir ensemble pour les droits humains y financiado por la Agencia Francesa de Desarrollo, así como Terre des Hommes Suisse.
Los resultados han sido muy positivos desde la llegada de la Fundación al territorio. Muchas mujeres y niñas que hacen parte del proceso han experimentado un cambio significativo: ahora tienen un semblante diferente, hablan con más seguridad, han comenzado a involucrarse en espacios en los que antes no se atrevían a participar y manifiestan sentirse más tranquilas consigo mismas.
Una niña de la comuna 12 expresó:
«Desde que estoy en la Fundación, tengo mejor relación con mi mamá, tengo más confianza, cosa que no pasaba antes. Puedo orientar mejor mi proyecto de vida y ya sé qué quiero estudiar cuando salga de 11°.»
Asimismo, una de las madres participantes manifestó:
«Gracias a los talleres, me siento mejor, siento que un peso se quitó de mi espalda.»
Estos son solo algunos de los testimonios que tengo más presentes y documentados, pero hay muchos más que reflejan el impacto positivo de este proceso.
Hola, soy Tita Julieth Ortiz Torres, tengo 23 años. Nací en El Charco, Nariño, y llegué desplazada a la ciudad de Buenaventura en 2011. Desde ese momento, mi vida dio un giro de 180 grados.
En el año 2015, cerca de mi casa, observaba cómo muchos niños se reunían con una profesora. Siempre salían contentos y con refrigerios, lo cual llamó mi atención, ya que en las tardes no tenía nada que hacer ni dinero para comprarme algo como lo que ellos recibían en aquel lugar.
Un día, movida por la curiosidad, me acerqué a la profesora y le pregunté si podía participar, qué debía llevar o si había que pagar. Para mi sorpresa, ella me respondió con una cálida bienvenida y me dijo que desde ese momento podía hacer parte del grupo. Así comenzó mi camino en este hermoso proceso de reconocimiento de derechos y empoderamiento.
Formar parte de este proceso impulsó mi proyecto de vida. Decidí seguir por el mismo camino y, actualmente, me desempeño como tutora en la Fundación Paz y Bien en la ciudad de Buenaventura. Es un honor para mí poder transmitir mi conocimiento y experiencia a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de mi territorio. Es una labor que realizo con amor y profundo agradecimiento hacia quienes me formaron.
Un camino de aprendizaje y empoderamiento